Hoy voy a hablarte de uno de los periféricos que más utilizamos en un ordenador y que a su vez es al que menos importancia le solemos dar. El teclado es ese gran desconocido. La gente suele comprar el más barato o se suele conformar con el que viene con el ordenador de serie (que suele ser muy básico).

Hubo una temporada que se pusieron de moda los teclados multimedia. Estos nos ofrecían una serie de botones adicionales para el control del volumen, acceso rápido al reproductor de vídeo o música, teclas para avanzar, retroceder, pausar y detener las reproducciones y alguna que otra tecla de acceso directo a funciones como el navegador, la calculadora, etc. Muchas funciones adicionales pero el mecanismo interno seguía siendo el mismo, es decir, la sensación al pulsar una tecla era la misma.

Después llego la moda de los inalámbricos. El lema era «cuantos menos cables mejor». La verdad es que si dispones de un escritorio con la torre en la parte inferior y el teclado al mismo nivel que la pantalla ver cables atravesando tu mesa no es muy estético. A la parte estética hay que añadirle que el cable te limita las posibilidades de guardar en cualquier momento el teclado y dejar tu mesa convertida en un escritorio «normal».

Teclado

Con la progresiva incorporación de Apple al mercado español los compradores empezaron a valorar el diseño de este periférico. Los teclados de Apple son de aluminio, con teclas muy planas y se conectan mediante bluetooth al equipo. Esta evolución, podríamos llamar «estética» de los teclados, deja de un lado el mecanismo que existe detrás de un teclado. Cuando apretamos una tecla sentimos una resistencia, tenemos que pulsarla hasta el final en la mayoría de los casos, oímos ese sonido característico de pulsación de teclado, pero debes saber que hay dos tipos principales de teclados según su construcción: los teclados mecánicos y los de membrana.

En estos momentos te estarás pregunta qué tipo es el que estás usando. Te puedo decir que uno de membrana y acertaría en un 95% de los casos. Pero antes de seguir hablando de estos dos tipos de teclados te voy a explicar en qué se diferencian.

Los teclados de membrana, los más habituales, se llaman así porque cada tecla se encuentra sobre una especie de cúpula de plástico, con un contacto metálico, que al presionarla hace contacto con el circuito impreso que hay debajo de ella. Gráficamente se podría decir que un teclado es como una huevera al revés. Encima de cada cavidad, donde se sitúa el huevo, estaría impresa la letra y al pulsarla haríamos contacto con el circuito integrado que estaría abajo del todo. Después de cada pulsación la huevera debería volver a su posición inicial. Este tipo de teclado es muy barato de fabricar, pero la membrana de plástico va perdiendo sus propiedades con el uso.

Los teclados mecánicos esconden tras cada una de las teclas un interruptor de pulsado individual. Nada de membranas. Te hablo de un interruptor que proporciona mayor fiabilidad, duración, no se atascan las teclas, mantienen siempre su mismo tacto y es casi personalizado. Además, existe una gran variedad de fabricantes y de tipos de interruptores. El principal fabricante de este tipo de interruptores es Cherry. Entre los distintos mecanismos que ofrece encontramos:

• Cherry MX Black: fuerza constante en todo el recorrido de la tecla. La pulsación se hace efectiva a mitad del recorrido.
• Cherry MX Brown: ideal para programadores y escritores. La activación se produce a mitad del recorrido e incluye una especie de aviso táctil en el momento de la activación. Es de los más recomendados.
• Cherry MX Blue: la activación se produce más abajo, por lo que hay que realizar mayor recorrido. Son los más ruidosos y no son recomendables para jugadores, pues la repetición de una tecla es más costosa.
• Cherry MX Red: más suave que el Black e igualmente recomendable para los jugones.

En el siguiente vídeo puedes ver una comparativa del sonido de los distintos tipos de interruptores (vídeo)

La diferencia de precios entre un tipo de teclado y otro es considerable. Los de membrana se pueden encontrar desde unos 6 euros, incluso más baratos. Mientras que los mecánicos no bajan de los 70 euros.

Al final es tu elección, pero para elegir bien tienes que tener en cuenta el número de horas que pasas utilizando el ordenador y por ende el teclado. Si es un uso esporádico cualquier teclado de membrana «normalito» te servirá. En cambio, si eres de los que pasan 8 horas o más aporreando tu teclado te tendrás que plantear seriamente el cambio a uno mecánico, tus dedos te lo agradecerán.

Para acabar te dejaré una serie de recomendaciones generales que debes seguir para elegir el mejor teclado:

• Es muy importante que el teclado incorpore una tecla de Enter grande. Es una de las teclas que más se utiliza y es fundamental poder acertar en ella sin problemas.
• Por el mismo motivo que la tecla Enter, la tecla de Backspace, la del borrado del último carácter escrito, deberá ser lo suficientemente ancha para facilitar su pulsación. En algunos casos esta tecla se utiliza más que la de Enter.
• Evitar el uso de teclados en pantalla, enrollables, de plástico uniformes…
• Buscar teclados con teclas con una separación suficiente para no pulsar cada dos por tres una tecla no deseada.
• El reposamuñecas es un accesorio muy cómodo si pasas muchas horas escribiendo.

Espero que este artículo te haya servido para conocer un poco más ese gran desconocido que es el teclado. Cuando tengas que cambiar tu teclado de membrana por uno nuevo ten en cuenta todo lo que te he comentado más arriba. ¡A seguir escribiendo!

¿Y tú, qué tipo de teclado utilizas?